Ciencias interconectadas, biología con antropología, psicología con leyes laborales, matemáticas con deportes, etc. Pero… ¿qué pasa con el sexo? Este debería estar más interconectado que ninguna otra cosa. La sexualidad es inherente en cada ser humano desde que nace hasta que muere y lo mejor aún… ¡todos disfrutamos y participamos de ella!
Lamentablemente el sexo siempre ha sido tema controvertible y tabú para algunos. La gran parte de las religiones, especialmente en la parte este del hemisferio, han condenado y vilificado al sexo, lo que es totalmente absurdo, ya que a través de la sexualidad, hemos ayudado a encarnar a seres espirituales, a nuestros hijos. Llegamos a este mundo gracias al sexo.
Veamos el significado etimológico de tan natural pero tan controvertible acto.
RELACION = viene del latín relatio. re (prefijo que significa reintegrar) la ( sufijo que significa llevar algo) tio (acción). Relación = la acción de llevar algo a reintegrarse. SEXUAL= Viene del latín sexus, que se deriva de sectus que significa: separado.
Por lo tanto… RELACION SEXUAL significa, unir o restablecer nuevamente aquello que está separado. Es a través del sexo, que desaparece el Yo y el Tu para fundirnos en una sola energía. Es a través del sexo que ocurre una integración de cuerpo, mente y espíritu. ¿Puedes ir viendo la relación del sexo con lo espiritual?
La sexualidad debidamente entendida puede llevarnos a experimentar momentos sublimes de profunda unión, placer y gozo. La sexualidad practicada de manera espíritu-consiente puede llevarte a tener experiencias místicas. Algunas razones para esta gama de emociones pueden ser: los procesos biológicos, químicos y electromagnéticos que ocurren en el sexo, o como piensan algunos tantristas, de que en el sexo nuestros espíritus recrean el “gran orgasmo cósmico” que la ciencia ha llamado el “big bang”.
Aun cuando el sexo ha sido desvirtuado y se le ha querido desligar de la espiritualidad, quedan todavía textos como el Kamasutra, antiguo escrito Hindú de treinta y seis capítulos que trata sobre la sexualidad y el Tantra, con más de 1,500 años de antigüedad, que abraza al sexo como
una herramienta de conocimiento filosófico y espiritual. En la Biblia tenemos al Cantar de Cantares, que se le atribuyó a Salomón y en donde se expresa el amor carnal con descripciones poéticas del deseo pasional de la pareja.
El sexo puede ser trascendente y muy curativo. La energía que se desborda al momento del clímax nos renueva. Por eso muchas personas se sienten más energéticas y felices al día siguiente de haber tenido una relación sexual satisfactoria.
Pero… para una mayor obtención de los beneficios del sexo es necesario dejar a un lado las inhibiciones, temores o culpas y es necesario entender que el sexo es más que excitación, penetración y orgasmo. El sexo como algo trascendental no es cuestión de sentir a Dios, sino de reconocer que somos partículas de Dios recreando el momento mismo de la creación. Pero, aun cuando podemos hablar de las virtudes espirituales y trascendentales del sexo es importante añadir que también puede ser muy destructivo. Recordemos que son las almas las que se están comunicando a través de nuestros cuerpos.
En palabras modernas podemos decir que hay un gran intercambio de energía.
¿Qué implica eso? Implica que el sexo te expone a las cargas energéticas de la persona con la que estás intimando y viceversa. Los estudios sobre sexo desde una perspectiva holística demuestran que las frecuencias vibracionales que se desarrollan durante el intercambio sexual, son herramientas poderosas para sanar y para ayudarnos a manifestar aquellas cosas que queremos. Pero los estudios mencionados también demuestran que permitirse el contacto con cargas energéticas negativas puede traer desbalances que se perciben a nivel físico y emocional a través de sentimientos de apatía, desgano, culpa o alguna enfermedad.
El sexo es una bendición, es la manera en que se ecualizan las diferencias de los opuestos y damos lugar a la energía creadora a fluir a través nuestro, por eso es importante reconocer que es mucho más que un simple intercambio físico.
