Colorear mandalas es simple. No requiere ninguna experiencia y puede aportar a su vida una gratificante y rica sensación de calma y bienestar. Los mandalas nos ayudan a enfocar nuestra atención y nos permite expresar nuestra creatividad mientras disfrutamos el colorearlos.
Colorear mandalas puede ayudar a niños y adultos a lidiar con las emociones y con enfermedades. En lugar de verbalizar sus sentimientos, lo cual puede ser difícil tanto para un niño como un adulto, el colorear un mandala permite la expresión a través del color y el arte.
Los mandalas tal y como es el significado de su nombre, “círculo”, son imágenes circulares que nos recuerdan la continuidad de la existencia.
Dentro de esa continuidad, al igual que la vida, un mandala puede tener variadas e interesantes figuras geométricas y patrones que despertarán en nosotros diversidad de emociones y sensaciones.
Sentarse a colorear un mandala es una sublime experiencia hipnótica, pues los atractivos diseños de los mandalas atraen y absorben nuestra mente de manera sutil, haciendo que por un tiempo esta se tome un descanso creativo lejos del ajetreo diario.
Para disfrutar y sacar el mayor provecho a esta milenaria expresión artístico- espiritual lo recomendable es escoger con calma y sin prisa el mandala que le atraiga y llame su atención.
Una vez seleccionado y con lápices de colores o crayolas en mano, escoja los colores y siéntese con calma a colorear.
No hay forma correcta o incorrecta de colorear un mandala. Al igual que otros tipos de meditación donde buscamos recoger nuestra mente, cada individuo se verá atraído por un mandala diferente, escogerá colores diferentes y su experiencia será diferente.
Una vez comenzamos debemos permitirnos el viajar a través de sus líneas, sus patrones y sus diseños. Durante el proceso es probable que algunas sensaciones y pensamientos afloren, lo que es totalmente normal, lo importante es reconocer la emoción o el pensamiento y retomar la atención en el mandala.
Algunas personas acostumbran a establecer una intención antes de comenzar a colorear. Si ese fuera su deseo, establecer una intención es sumamente fácil. Por ejemplo, su intención puede ser traer paz a su vida, conectarse con su niño interior, expresar amor por alguien, mejorar una relación, sanar emocionalmente e incluso, dejar ir.
Si desea establecer una intención determine cuál es y tome unos minutos para respirar y visualizarla antes de comenzar a colorear, y permítase sentir las emociones que lleguen mientras colorea.
Cada mandala es y será una obra de arte única y diferente impregnada de color y emoción que puede enmarcar u obsequiar. Coloree a su ritmo, y disfrútelo.
