REJUVENÉCETE

23 December 2015 Author :   Wanda Liz Negrón

El envejecimiento o senescencia son todos aquellos cambios progresivos por el cual pasan todos los seres vivos y en los que experimentan un deterioro bilógico que ocurre de forma progresiva y gradual.

En este proceso los órganos comienzan a perder funcionalidad a medida que va pasando el tiempo o los años, degenerándose hasta que finalmente mueren. Siendo la piel el órgano más grande del cuerpo no está exento de esto, ya que también pasa por el proceso de envejecimiento y una de sus manifestaciones lo es la disminución en la producción de elastina y colágeno. Estas son proteínas que se pueden encontrar en tejidos y sobre todo, en la piel.

La elastina es responsable de brindar elasticidad y flexibilidad. El colágeno es una de las proteí- nas más abundantes en el cuerpo humano y se estima que podemos encontrarla en una cuarta parte de nuestro organismo. Esta forma fibras que ayudan a unir o sustentar los distintos tipos de tejidos, los órganos y la piel.

Un factor determinante en el proceso del envejecimiento de la piel lo es la exposición al sol. Exponerse demasiado al sol sin la protección requerida es muy peligroso. Este puede causar grandes cambios en la piel, tales como arrugas, hiperpigmentación (manchas obscuras), hipopigmentación (manchas blancas o claras), lentigos, melanomas, deshidratación, quemaduras, entre otros.

El abuso y la exposición prolongada al sol provocan una disminución en la producción de colágeno y elastina de la piel, por lo que es requerido el uso de un protector solar diariamente con al menos SPF 25 o más. Si estás expuesto directamente al sol, debes reaplicar el protector al menos cada hora. Usar ropa con filtros solares, mangas largas, sombreros, gorras, guantes y gafas son otras de las consideraciones que debes tener si vas a estar expuesto por mucho tiempo. No olvides que a través del sol nos podemos beneficiar de la Vitamina D que es necesaria e importante para nuestro cuerpo, la piel y los huesos.

Otro causante del envejecimiento prematuro es el hábito de fumar. Fumar puede causar una reducción en la circulación sanguínea de los tejidos y esto provoca que la piel pierda elasticidad, acentuándose las arrugas. La experiencia en el cuidado estético nos ha enseñado que los fumadores suelen tener arrugas que parecen papel cuadriculado y el tono de la piel se torna grisáceo.

Por otro lado, debes cuidar tus hábitos alimenticios. El estar muy delgado (poca grasa), el famoso sube y baja de peso conocido como yoyo y la comida chatarra, también aceleran el envejecimiento. El estrés, la falta de descanso, el sedentarismo y hasta algunas condiciones patológicas como lo son problemas hormonales y las histerectomías totales, son otros factores que se reflejan no sólo en el deterioro de tu piel, sino de tus órganos internos.

Pero no todo está perdido ya que el campo de la estética y la dermatología ha evolucionado mucho y ofrece grandes avances para mantener la piel más joven, tersa e hidratada que deben estar acompañados de la protección solar, hacer ejercicios, descansar, vivir una vida sana, alejada del cigarrillo, el estrés y de la mala alimentación.

La dermocosmética nos ofrece una gran variedad de productos antienvejecimiento. Dentro de todo ese mundo de posibilidades, se deben considerar al momento de comprar aquellos que contengan Vitamina C (Ácido ascórbico) que ayuda a reparar el daño solar, aumenta la producción de colágeno y da uniformidad en el tono de la piel. El ácido hialurónico es otro de los ingredientes que debes buscar a la hora de seleccionar el producto adecuado, ya que esta es una sustancia que se encuentra en muchos de los tejidos del cuerpo y ahora está disponible en los productos estéticos, siendo muy efectivo a la hora de combatir o contrarrestar el envejecimiento pues consigue aumentar el volumen y la hidratación de la piel. El DMAE (dimenthylaminoethanol) es un compuesto orgánico derivado del pescado, en especial del salmón, que tiene un efecto tensor y ayuda a reducir las líneas de expresión y las arrugas. El Resveratrol es uno de los antioxidantes naturales con mayor potencia y efectividad para retrasar el envejecimiento. Este se encuentra y se extrae principalmente en las uvas, el maní, la granada y también en el cacahuate. Existen un sinnúmero de tratamientos anti envejecimientos que se deben considerar antes de someterse a un proceso quirúrgico o una cirugía facial estética (lifting). Los mismos deben comenzar a realizarse de forma periódica después de los 35 años y dependerá su frecuencia según la necesidad de cada persona. Algunos de estos tratamientos son realizados con micro corrientes que consisten en estimular el músculo para que reafirme. Es una gimnasia pasiva que se realiza entre quince a veinte minutos si es facial y de treinta a cuarenta minutos si es corporal. Esto es el equivalente a hacer ejercicios, pero de forma pasiva.

Esta herramienta estimula todos los músculos logrando resultados visibles. Algunas de las micro corrientes más comunes son la electroporación, la galvánica, la cavitación y la luz pulsada. También están disponibles los “peelings”, que son aquellos tratamientos que van a exfoliar o descamar la piel. Entre ellos se encuentra la microdermabrasión, los ácidos tales como el ácido ferúlico, mandélico, glicólico, láctico, etc. Entre mis favoritos están las microperforaciones cutáneas que se realizan con un instrumento que has unos pequeños orificios en la piel que favorecen la absorción de los productos a la vez que estimula la regeneración cutánea, y los hidrofaciales, que consisten en hacer una exfoliación moderada con los beneficios del agua. Todos estos ayudan a reducir las líneas de expresiones, remover las células muertas y promover la regeneración celular, aclarando las manchas y emparejado el tono de la piel del rostro y cuello. En esta categoría también se encuentran el láser, aunque este es más invasivo, en ocasiones es necesario y muy beneficioso.

En los años más recientes se han desarrollado otros tratamientos muy novedosos y que están dando excelentes resultados, como lo son los rellenos. Estos consisten en inyectar o introducir algunas sustancias en la piel, siendo uno de los más conocidos el Restylane, que es un relleno dérmico natural de ácido hialurónico. Sirve para corregir arrugas moderadas, pliegues y hasta aumentar el grosor de los labios. En esa misma línea está el Juvederm Voluma y Juvederm Ultra, muy parecidos al anterior. El Botox es una toxina botulínica que bloquea o paraliza el musculo facial, creando una reducción temporal. Estos rellenos por lo general hay que repetirlo cada 4 a 6 meses, ya que los resultados no son permanentes y su efecto se va reduciendo con el pasar de los meses.

Sin duda alguna hay muchas opciones accesibles que proveen alternativas para lucir con más vitalidad y rejuvenesidad. Considéralas, que, unidas a un estilo de vida balanceado y saludable, te hará vibrar mejor, y por lo tanto, vivir mejor.

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