Cómo la Quiropráctica ayuda con nuestros dolores relacionados a los cambios del clima (“Barrunto”)

17 كانون1/ديسمبر 2016 Author :   Luis D. Rivera Nazario

 

¿Cuántas veces hemos escuchado a nuestros abuelos o alguna persona mayor relacionar sus niveles de dolor al estado del tiempo?

 

Muchas personas relacionan los dolores en las articulaciones al tiempo, dependiendo de los niveles de humedad o frio.  Es muy común escuchar la frase “tengo dolor por el barrunto”, como dicen en Puerto Rico. Peor aún, muchas veces los niveles de humedad o frio pueden ser determinantes para una persona en cuanto decidir dónde se retirará o vivirá sus últimos años de vida.

Existen muchas opiniones y estudios  a favor o en contra, en cuanto a la relación  del clima con nuestros niveles de dolor. Creámoslo o no, diferentes factores del clima como la humedad, temperaturas bajas o la presión barométrica, tienen validez en cuanto a cómo nos sentimos en nuestras articulaciones y/o espalda. Todo va a depender cuán saludable estén nuestras articulaciones, si tenemos artritis, degeneración en estas áreas o alguna condición inflamatoria. Vemos con más frecuencia estas condiciones de salud en personas de mayor edad, pero todo depende de cómo tratemos a nuestro cuerpo.

Podemos tener por ejemplo a un baloncelista o volibolista de 30 años de edad, con artritis o degeneración en sus rodillas o espalda debido al impacto que presenta la práctica de estos deportes en su cuerpo.  En mi práctica quiropráctica es muy común escuchar personas que refieren que sus dolores son peores durante la noche o en la mañana, pero que una vez se empiezan a mover y según va calentando el día, estos  disminuyen. Una de las razones es que el cuerpo se enfría creando rigidez en nuestro músculos y articulaciones. Al moverse, los músculos se van relajando, aumenta en las articulaciones el fluido sinovial que es como “el aceite que hidrata”  nuestras articulaciones y los discos de la columna vertebral.

Hay estudios que indican que los altos niveles de humedad y la baja temperatura  incrementan los niveles de dolor de artritis. Otros estudios indican que la presión barométrica (peso o presión del aire sobre la superficie de la tierra), afecta  la presión dentro de nuestras articulaciones. La artritis o degeneración afecta todos los elementos dentro de nuestras articulaciones, como los cartílagos y ligamentos y cuando está más avanzada, también al hueso.

Todos estos tejidos tienen neuroreceptores, que son como sensores en nuestros nervios que envían una señal al cerebro indicándole que anda mal y crea la sensación de dolor. Cualquier cosa fría causa rigidez o presión sobre nuestros músculos, tendones y ligamentos. Cuando una persona sufre de artritis y se aplica frio, el dolor aumenta,  sintiéndolo con frecuencia en el área de las manos.

Entonces, la pregunta es ¿debo aplicar terapia de frio o de calor?

Esta es una pregunta frecuente entre mis pacientes.

Cuando usted sufre una lesión, como un tobillo doblado o una caída con el golpe en la rodilla, tiene que utilizar frio o hielo por las primeras 72 horas, luego puede combinarlo con calor. Muchas personas buscan alivio a estas situaciones poniendo  la coyuntura en sal de higuera o agua caliente y notan que aumenta la hinchazón. 

Por esto usamos terapia de frio, pues contrae los vasos sanguíneos, evitando mayor acumulación de líquido en el área, reduciendo la hinchazón y en muchos casos, aliviando el dolor por el efecto anestésico, ya que calma la irritación en los nervios.

El calor aumenta la circulación en el área, por eso vemos que se pone rojiza, y si la lesión es reciente, aumenta la hinchazón. Si el dolor de coyuntura es por artritis o degeneración, es mejor utilizar calor. Si es un dolor muscular o no relacionado con artritis puede utilizar frio primero, luego calor. A menudo se recomienda unos 15 minutos de frio y luego 15 minutos de calor, repitiendo el proceso de ser necesario.

 ¿Cómo la humedad o el “barrunto” afectan nuestras articulaciones?

Nuestras articulaciones contienen nervios sensoriales llamados baroreceptores, que responden a los cambios en el clima. Cuando el clima cambia, la presión del aire cambia, y el cuerpo responde en consecuencia. Por ejemplo, cuando el clima es lluvioso y húmedo, la presión barométrica cae, haciendo que nuestros tendones, ligamentos y músculos se expandan. Los baroreceptores de nuestro cuerpo responden, ayudando al sistema nervioso central a regular la resistencia de los vasos sanguíneos y las contracciones del corazón. Sin embargo, para aquellos que ya tienen dolor muscular o articular, la expansión de los músculos, tendones y ligamentos puede irritar las áreas ya sensibles.

Los altos niveles de humedad también pueden espesar la sangre, aumentando la presión en los vasos sanguíneos. Esto fuerza al corazón a trabajar más duro para bombear la sangre por todo el cuerpo. Los climas cálidos y húmedos como los del Caribe y partes de América Latina también causan sudoración excesiva, lo que puede ser problemático en este tipo de clima. Nuestros cuerpos producen sudor para mantenernos frescos, pero es sólo cuando el sudor se evapora que nuestros cuerpos se enfrían. Cuando ya hay un alto nivel de humedad en el aire, es difícil para el aire absorber la humedad de nuestra piel. Esto puede conducir eventualmente a una pérdida de líquido o deshidratación. El cartílago de la articulación y los discos en nuestra columna tienen un alto contenido de agua, y la deshidratación puede disminuir la concentración de líquido, alterando cualquier artritis que pueda estar presente. La deshidratación en el calor también puede causar condiciones más graves, como el agotamiento por calor y la insolación. Usted podría pensar que el traslado a un clima más seco reduciría el nivel de dolor o malestar que sienta, pero eso no es necesariamente el caso. Los climas más secos a veces pueden reducir el dolor para aquellos que sufren de artritis, pero ningún clima le impedirá tener artritis. Hay maneras de ayudar a combatir los efectos de la humedad sin tomar medidas tan drásticas.

Usted probablemente ha escuchado esto varias veces antes, pero vale la pena repetir: beber mucha agua. Usted necesita mantener su cuerpo hidratado, especialmente si planea pasar mucho tiempo al aire libre. Debe beber de 1 a 2 vasos de agua por cada hora que esté fuera. Esto le ayudará a restaurar sus niveles de líquido y reducir la pérdida de agua.

También puede aprovechar el clima cálido en estas áreas y nadar. La natación es una gran forma de terapia para el dolor de articulaciones o espalda. Incluso podría considerar unirse a un programa de terapia de agua. Si usted tiene dolor de espalda o en la columna, los ejercicios tienen que ser de bajo impacto, como la natación,  yoga, pilates, estiramientos, bicicleta estática o elíptica. A los que disfrutan de correr, deben evitar hacerlo en el pavimento o concreto.

La quiropráctica puede ayudarle con dolores en las articulaciones o espalda manteniendo o re-estableciendo el movimiento apropiado de las articulaciones o vertebras. El quiropráctico le puede ayudar a desacelerar  o detener la degeneración o deterioro de las articulaciones a través de los ajustes. Los ajustes son movimientos específicos y delicados utilizados para mantener la posición correcta de las vértebras y de las  articulaciones, evitando cualquier estrés o presión sobre nuestro sistema nervioso, que es el encargado de controlar todo en nuestro cuerpo. Se le puede orientar sobre ejercicios, estiramientos, suplementos y cambios en su dieta para crear cambios en su cuerpo con el objetivo de disminuir los síntomas relacionados a la degeneración y el dolor.

Podemos mejorar nuestras articulaciones manteniendo un peso saludable, consumiendo una dieta con alimentos ricos en nutrientes que disminuyan la inflamación y aumenten los niveles de energía de nuestro cuerpo. Otras recomendaciones podrían ser el tomar suplementos vía oral como la Glucosamina con Chondroitin y MSM, los aceites como los Omega 3, la vitamina D y la cúrcuma. Utilizar cremas que produzcan calor en el área y los “pads” eléctricos de calor.

Para mas información y/o orientación pueden llamar al 787-294-2600 , visitarnos a La Torre de Plaza Las Américas oficina 805 o escribirnos a عنوان البريد الإلكتروني هذا محمي من روبوتات السبام. يجب عليك تفعيل الجافاسكربت لرؤيته.

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