ALIMENTÁNDONOS CON CONSCIENCIA

17 كانون1/ديسمبر 2016 Author :   Sonaily Martínez, RD, LND

Se acercan las festividades y con ellas la llegada del Año Nuevo, lo que para muchos representa el comienzo de una nueva etapa, un nuevo comienzo.

Algunos aprovechamos esta época para proponernos nuevas metas y cumplir nuestros más grandes deseos. Una de las resoluciones más comunes es: perder peso y ponernos en forma mediante una alimentación balanceada y una rutina de ejercicios. Pero cuidado, no caigas en la trampa de algunas dietas novedosas que aunque pudieran ayudarte a lograr los resultados esperados, a largo plazo resultan imposibles de seguir y con el tiempo, el peso regresa multiplicado.

Es por esto que me gustaría abordar el tema de una forma diferente.  En vez de enfocar todo nuestro esfuerzo en contar calorías y medir porciones, es momento de que empecemos a conectar con nuestro cuerpo y a desarrollar una nueva relación con la comida. Perder peso y ponernos en forma, al igual que cualquier otra meta, supone un cambio en comportamiento. Es decir, requiere un esfuerzo consciente, tanto físico como mental, para alcanzar aquello que se desea. Por este motivo quiero hablar del concepto alimentación plena/consciente o mindful eating en inglés.

Comúnmente, y más en los tiempo ajetreados que vivimos donde la comida abunda, comemos sin detenernos a pensar qué estamos consumiendo, de dónde viene, qué nos aporta y  cómo nos afecta. Sin olvidar que muchas veces comemos con las emociones, pues lo hacemos sin hambre, o solo para llenar un vacío emocional.

¿Qué es la alimentación plena/consciente?

Puede sonar un poco extraño, pero no es otra cosa que alimentarse de forma natural, saludable y placentera para satisfacer el hambre y nuestras necesidades nutricionales.  Va mucho más allá de comer despacio y sin distracciones, aunque no lo excluye. La alimentación plena/ consciente supone comer con la intención de nutrir el cuerpo  y prestando la atención necesaria para disfrutar de los alimentos y notar los efectos que tienen en nuestro cuerpo.

Cuando te alimentas de manera consciente:

  • Te vuelves atento y consciente a tus señales tanto físicas y emocionales de hambre y saciedad.
  • Reconoces qué factores físicos y emocionales resultan como detonantes que te impulsan a comer.
  • Aprendes a satisfacer tus necesidades en una forma saludable y más efectiva.
  • Te ayuda a hacer selecciones adecuadas de alimentos tanto para tu disfrute como para tu nutrición.
  • Te alimentas de forma que obtienes saciedad y satisfacción.
  • Ves la comida como el combustible que tu cuerpo necesita para mantenerte saludable y poder realizar todas actividades diarias. Recuerda que debes comer para vivir, no vivir para comer.

Muchas veces estamos acostumbrados a comer por costumbre y horarios. La próxima vez que sientas deseos de comer, detente a pensar y  hazte la siguiente pregunta: ¿Realmente tengo hambre? Al reflexionar sobre nuestros deseos y necesidades, podemos romper con viejos patrones aprendidos y podemos escuchar y entender las señales de nuestro cuerpo que nos ayudan a escoger lo mejor para nosotros.

¿Realmente tengo hambre?

Aunque la pregunta puede resultar un tanto simple, al hacerla, se abre la posibilidad para que entendamos el por qué, cuándo, qué, cómo y cuánto comemos. De esta forma quitamos el automático y tomamos control de nuestra alimentación.

Recomendaciones para poner en práctica la alimentación plena/consciente

  1. Cuando sientas hambre, cuestiónate si realmente tienes hambre.
  2. Pregúntate:
    1. ¿Por qué tengo hambre? ¿Llevo muchas horas sin comer? ¿Cómo me siento? ¿Estoy triste, ansioso, feliz?
    2. ¿Cuándo tengo hambre? ¿Estoy acostumbrado a comer a esta hora? ¿Qué pensamientos me motivan a comer?
    3. ¿Qué voy a comer? ¿Qué me motivó a elegir lo que voy a comer? ¿Qué opciones de alimentos tengo disponibles?
    4. ¿Cómo me alimento? ¿Estoy tranquilo y enfocado en mi alimentación? ¿Tengo disponibilidad de los alimentos que son mejores para mí?
    5. ¿Cuánto como? ¿Cómo son mis porciones? ¿Estoy comiendo justo lo que necesito, de más o de menos?
    6. ¿Dónde como? ¿Me tomo mi tiempo para disfrutar de la comida? ¿Tengo un ambiente placentero para disfrutar mis alimentos?
  3. Al momento de comer:
    1. Come solo cuando tengas hambre
    2. Evita comer si te sientes triste, molesto, ansioso o con mucho estrés.
    3. Separa un tiempo razonable para comer. SIN PRISA.
    4. Escoge un lugar para comer adecuado, con buena ventilación y sin distracciones.
    5. Selecciona alimentos que te permitan satisfacer tus necesidades nutricionales.
    6. Observa tus alimentos. El proceso de alimentación comienza con la vista.
    7. Saborea cada bocado. Analiza los sabores, aromas y texturas.
    8. Mastica bien cada bocado.
    9. Escucha tu apetito, así sabrás cuándo dejar de comer.
    10. Evita sobrealimentarte. Deja de comer cuando sientas que tienes de 1/4 a 1/3 del estómago vacío para ayudar el proceso de digestión.
    11. Cuando termines de comer siéntate tranquilamente por unos minutos, concéntrate en las sensaciones del cuerpo y luego, toma un paseo corto.

Esperando que este nuevo año represente una oportunidad para mejorar nuestra alimentación y con eso mejorar la salud y calidad de vida. Una lluvia de bendiciones para el 2017. Felicidades.

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