Nuestra íntima relación con el medio marino se constata al evidenciar que el plasma marino y el plasma humano son similares en su química y fisiología. El agua de mar ha sido utilizada por siglos en el tratamiento de algunas condiciones de salud. Al día de hoy, el plasma marino está siendo estudiado y considerado como una posible alternativa para transfusiones de sangre.
El lanzarte de espaldas al mar para “dejar lo viejo y dar la bienvenida a lo nuevo”, en la muy conocida Noche de San Juan nos demuestra el lazo espiritual que tiene el mar para nosotros. En muchas culturas el océano es visto como agente purificador. En religiones como la santería u otros caminos espirituales de origen africano, se realizan baños de mar invocando y ofreciendo alguna ofrenda floral a Yemayá, conocida dentro de esta practicas espirituales como “diosa del mar”.
El particular sonido del mar es usado en la músico- terapia para lograr efectos calmantes en el que escucha. Sus propiedades curativas son utilizadas para sanar y aliviar condiciones de la piel como la psoriasis y la dermatitis.
Un rico baño en la playa además de hacer que pases un buen rato, puede convertirse en terapia y ritual de belleza. El acompasado masaje de las olas en su ir y venir y la cantidad de minerales que contiene el agua de mar, promueve la tersura y la elasticidad de la piel.
Si tienes la oportunidad de pasar un día en la playa no dejes de sepultarte en la arena. Además de ser muy divertido el sepultar a alguien y/o dejar que lo hagan contigo, este pasatiempo es una antiquísima terapia conocida como Psamoterapia. Es parte de las terapias holísticas que buscan sanarte y balancearte mediante prácticas totalmente naturales.
Esta simple, singular y divertida terapia busca que tu cuerpo pueda absorber mejor los minerales que se encuentran en la arena. Mientras tu cuerpo está enterrado en la arena, este responde como si estuviera en un sauna. La concentración de calor actúa cono vasodilatador y desintoxicante haciendo más fácil la absorción de los minerales que están en la arena y en el agua del mar.
Así que en tu próxima ida a la playa pásala bien y aprovecha ese elemento al máximo, tanto de manera física como espiritual.